(Imagen tomada de la red)
Nunca supe venderme
o nunca quise.
Creo en la transparencia
de una mirada,
en la caricia
de una palabra
y en la sonrisa clara
como la Llave.
Creo en el Arte,
en el poder del Arte
para desnudar almas
y crear vínculos;
para llenar vacíos
y vaciarse.
Creo en la magia
de ese instante que une
para una eternidad.
Aprendí tarde
de mis errores:
tantas espinas duras
disfrazadas de vida.
De todos mis fracasos
nacieron alas:
atrevidas, rebeldes,
asilvestradas,
vírgenes por prudencia,
vírgenes por prudencia,
pero invencibles.
© Laura Caro Pardo