( Imagen de la red)
Cada año que pasa, yo me libero:
voy regalando cosas que ya no uso;
voy dejando personas que no me aportan:
voy rompiendo papeles que almacenaba
sin saber ni siquiera que los tenía:
voy tirando recuerdos que son olvido.
A las fotos me aferro, me cuesta tanto
desprenderme de ellas porque algún día
me salvaron la vida y, sinceramente,
quizá vuelvan a hacerlo más adelante.
Para andar mi camino, necesito dos cosas:
a mi gente, mi pan; y a mi vino, las letras.
© Laura Caro Pardo