( Noyud Alí)
Pozos profundos me miran
desde Noyud, a quien no olvido.
Acaba de cumplir diez años
y lleva tatuados esos días negros
que nunca alcanzó a comprender.
También aquel día blanco, hace dos,
cuando acudió a pedir, asustada
y decidida, su divorcio en Yemen.
El día que se lo concedieron
lo celebró con su única muñeca,
a la que antes pintaba sangre
en la vagina y moratones en los brazos.
Después preparó ausente y pensativa
sus libros gastados para volver al colegio.
( Poemario: "No es lugar éste para vivirlo")