Llevo una mueca
gris en la garganta,
una rosa espinada
entre las piernas
y un baúl de
recuerdos averiado
que no me deja ver
su contenido.
Llevo los
horizontes como lanzas
y la miseria ruin
haciendo mella;
por eso yo me voy,
desaparezco...
No quiero ser el tú
que me devora.
Caminaré en
silencio las miradas
que me regale el
día cuando pueda,
obsequiando la mía,
transparente.
Y a aquel que no le
guste, que no mire.
( Poemario: " Bolsillos que dejan caer las cosas")