15 de noviembre de 2015

Me niego



(Foto de la red)
 
 
Me niego a permitir que la tristeza
me aplaste los futuros imposibles,
me niego a replegarme y ser sumisa,
a dejar que me esculpa mi destino.
 
Me niego a repetir que ya no puedo,
a llevarme las manos a los ojos,
a tocar mis riñones mientras pienso
que es hora de rendirse en la batalla.
 
 
Me niego a autonegarme ese derecho
a ser feliz que sé que me merezco,
a ser risa que esconde un libro negro,
a hacer de personaje en otra obra.
 
 
Me niego a compartir güisqui caduco,
a vivir con los pies ensangrentados,
a creer que la espina es necesaria
para apreciar la rosa. ¡¡Yo me niego!!
 
 
Me niego a renunciar a la esperanza.